jueves, 28 de julio de 2011



Maestros que dejan huellas…Dr Aníbal Tejada

Hoy día nos encontramos ante una era de muchos cambios, la población envejece, la tecnología de la información esta en un auge, y nuestros niños nacen con la tecnología en sus manos. Los contactos personalizados han sido cambiados por contactos vía web, y la información, incluso médica (de fuentes buenas y malas) está disponible en el hogar de las personas. Esto ha hecho que carreras como la medicina, ya no sean tan atractivas como antes. La carrera de Medicina requiere de muchos años de estudio, y de una dedicación casi exclusiva durante el período inicial de formación, y luego de varios años de especialización. Sin embargo aún así existen aún muchas personas que se deciden a estudiar medicina y los primeros años de la carrera son muy importantes para la formación humanística y de carácter.
Hice mi carrera en la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá, y fue la experiencia formadora de esos primeros años la que forjó mi carácter en beneficio de los pacientes, con una atención personalizada.
De los profesores que recuerdo de aquélla época, hay varios que dejaron huella en mi formación; tenían la fama de ser los más duros, pero también fueron importantes en la formación de la personalidad humanística del médico. Podemos mencionar al Dr Antonio Pirro, el Dr Tomás Owens, el Dr Ferrucio Bertoli, la Dra Ana Raquel de Palau, el Dr Federico Gómez, todos estos de las etapas preclínicas que sin lugar a duda forjaron la base inicial de las ciencias básicas de la Medicina.
Al llegar a la etapa clínica destaca en mi formación tanto en la parte clínica como luego en la residencia de Medicina Interna, el Dr Aníbal Tejada.
El Dr Aníbal Tejada además de sus clases magistrales de Propedéutica ( que aún hoy día conservo) y de Neurología, nos formó en el carácter. Desde la importancia de la historia clínica, la observación, la comunicación con el paciente, para el diagnóstico, hasta la formación del carácter del médico, su vestido, su compostura ante el paciente. Más de una vez lo ví regresar a estudiantes a sus casas a cambiarse la vestimenta debido a que llegaban con ropa inapropiada. Sus clases eran una delicia de conocimientos recibidos, dados en forma firme y metódica, sin dejar de presentar (cuando la ocasión ameritaba) anécdotas que nos causaban risa o un rato de esparcimiento. De todos es recordada su clase magistral esperada incluso por estudiantes que ya habían pasado su curso, donde nos llevaba magistralmente por las circunvoluciones, el cuerpo calloso, el área límbica, las granulaciones de Paccioni hasta el Cuerno de Amón…
Sus exámenes eran imparciales, tenía que ser 71…, era su lema, y los “quizes” nos mantenían siempre con nuestros estudios al día, para no tener que sufrir los días antes del examen parcial o final.
Como jefe del Servicio de Medicina Interna, el Dr Tejada, en la formación de residentes e internos instauró el “Reporte Matutino”, y más de un residente teníamos que prepararnos adecuadamente para la presentación de los casos en la mañana, a pesar de no haber dormido casi toda la noche. Las presentaciones clínico-patológicas, junto con el Dr Bertoli, y las presentaciones de casos y revisión de temas clínicos por un funcionario del servicio, nos ayudaron a forjar la importancia de la Medicina Interna como la especialidad primordial que ayudaba a resolver problemas a las especialidades quirúrgicas o las derivaba a la sub-especialidad recomendada.
Si algo tenemos que agradecerle al Dr Aníbal Tejada es la formación del carácter del médico, que debe incluir tanto la formación científica como humanística que al final redundaría en mejor beneficio de nosotros como personas y de nuestros pacientes en general.

miércoles, 20 de julio de 2011

X Curso de Actualización de Medicina Interna. 26 y 27 de agosto, Hotel el Panamá